¿Qué significa poner al paciente en el centro?

Un sistema de salud se compone de diferentes participantes y procesos. Es un mecanismo complejo que integra a profesionales de la salud, proveedores de bienes y servicios médicos, financiadores y pacientes. Además incluye los diferentes tipos de interacciones que tienen lugar entre ellos, como el proceso de compra-venta de medicamentos, la admisión de un paciente en el hospital, la contratación de un seguro de gastos médicos, el reclamo de siniestros, la relación médico-paciente, mecanismos de prevención, la realización de estudios de laboratorio ¡y muchísimos procesos más!

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La tecnología digital nos ha dado la oportunidad de digitalizar la mayoría de estos procesos y tener un mejor control de toda la información, lo que a su vez permite optimizar el sistema. Pero ¿optimizarlo en función de qué o quién? 

Es por eso que el término "centrado en el usuario" se ha vuelto muy común en los últimos tiempos. Significa que todos los procesos se diseñan teniendo en cuenta al consumidor final de los bienes o servicios como el elemento primordial en función del cual se optimizan los sistemas. Es decir, en lugar de priorizar los objetivos individuales de los diferentes actores del sistema, se busca maximizar la satisfacción, la calidad de atención y los resultados para el usuario final.

En un sistema de salud, este usuario es el paciente. Cuando se pone al paciente en el centro, se fomenta la eficiencia y la coordinación entre los diferentes participantes y procesos del sistema de salud. Se busca evitar que los procesos sean incompatibles entre sí o que los trámites burocráticos entorpezcan la atención al paciente. En cambio, se busca crear una cadena de valor fluida y eficiente en la que el paciente es el principal beneficiado. 

Una herramienta clave para lograr el diseño de un ecosistema digital de salud centrado en el paciente es el Expediente Clínico Electrónico (ECE) o Electronic Medical Record (EMR). Este sistema permite centralizar y compartir la información médica del paciente entre diferentes profesionales de la salud, financiadores y proveedores de servicios. Al contar con un registro electrónico completo y accesible, mejora la comunicación, incrementa la coordinación, se evita la repetición de pruebas o tratamientos innecesarios, y la atención se vuelve más personalizada y eficiente.

Al poner al paciente en el centro, todos los actores del sistema de salud se benefician. Los profesionales de la salud pueden tomar decisiones más informadas y basadas en datos, lo que mejora la calidad de la atención. Los proveedores de bienes y servicios médicos pueden adaptarse mejor a las necesidades del paciente y ofrecer soluciones más efectivas. Las compañías de seguros pueden diseñar planes y políticas más adecuados, que cubran las necesidades reales de los pacientes. Y, por supuesto, los pacientes experimentan una atención de calidad, centrada en sus necesidades individuales y con mejores resultados para su salud.

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